Por: Ángel Berto Almonte
ecohispano@gmail.com
Ranfis Domínguez
Trujillo, nieto del dictador dominicano Rafael L. Trujillo anda tocando
puertas, donde lo dejan entrar pronuncia su mismo discurso, el problema de los
haitianos, la corrupción y la delincuencia en la patria donde su abuelo asesino
a miles de dominicanos, cientos de haitianos y se apropió de los bienes del
estado.
“No, eso fue su abuelo”,
él no tienes nada que ver con esto, es parte del discurso de quienes andan
oliéndole el fundillo a este disparatado.
Conocemos el
comportamiento de algunos dominicanos cuando se trata de hacerle coro a los
politiqueros, nunca lo hacen por amor al arte, así mismo quienes se dedican a
promoverlo por los medios, tampoco lo hacen por amor al arte.
En qué cabeza cabe que un
ser humano puede ganar un proceso electoral sin gente, están ciegos los
quisqueyanos que andan apoyando el discurso vacío de Ranfis. Los procesos
electorales se ganan con estructuras políticas, en dominicana; puede ganar el
PRM o seguir el PLD, porque tienen sus estructuras políticas.
¿ Qué
hay corrupción en el gobierno dominicano ?,
descubrió el nietecito la formula del agua tibia. Pero que sea él, el hombre que convertido en
Chapulin va a enrumbar a la república dominicana por el camino del progreso y
la paz, de cuál paz, la de las chapas que tanto usaba su abuelo.
La aspiración a la
Presidencia de la República por parte de Ramfis Domínguez-Trujillo, nieto del
dictador Rafael Leónidas Trujillo, ha generado el rechazo de abogados,
dirigentes políticos y de la sociedad civil del país, que cuestionaron su
estatus de doble nacionalidad y la violación a la Ley 5880, contra la promoción
del trujillismo.
El joven soñador ya
alquilo un partiducho (PDI) para sus aspiraciones políticas, pero del dicho al
hecho; hay un largo trecho.
A sus seguidores que
esperen de rodilla el triunfo de su pupilo en el 2020, incluso que escriban en
letras grandes a la posición que aspiran en el estado dominicano.




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